La grabación acústica de los instrumentos musicales se llevó a cabo en un laboratorio móvil o cámara sonoamortiguada, a fin de lograr un ambiente controlado que permitiera efectuar comparaciones con otros instrumentos.
Los aerófonos fueron ejecutados a una distancia de 20 cm del micrófono mediante soplidos (ataques, insuflaciones) suaves, medios y fuertes, con la finalidad de definir la capacidad máxima y mínima de presión sonora que se puede aplicar en cada caso. En los instrumentos con más de un orificio, se grabaron la mayor cantidad de combinaciones posibles. Se realizaron escalas corridas, en staccato, legato, glissando, tremolo y otros ataques (leitmotiv) posibles. En cuanto a los idiófonos, dependiendo de su estructura sonora, se produjeron las percusiones y movimientos necesarios. Los membranófonos arqueológicos no se pudieron percutir, debido a la posibilidad de que al colocarse la piel se quebraban; los etnográficos fueron percutidos con tres tipos de baquetas (madera, recubiertas con hule o con algodón).
Universos Sonoros Mayas. Un estudio diacrónico de la acústica, el uso,
función y significado de sus instrumentos musicales
CONACyT 157146
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